(Diario El Sur, 19 julio 2016). Una decena de comunas de la región del Biobío están bajo una grave amenaza para la salud de sus habitantes debido a que deben convivir y enfrentar altos niveles de material particulado respirable (MP 2,5%), que según lo señalado por el Primer Reporte del Estado del Medio Ambiente, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, indica que el uso de leña, como fuente de calefacción en hogares, origina alrededor del 92% del MP 2,5 a nivel nacional.
El año pasado la consultora Econsult realizó un estudio que permitió valorizar las pérdidas que el país enfrenta cada año por la alta contaminación medioambiental, que resulta del uso de leña como principal método de calefacción. El resultado fue categórico, ya que, por ejemplo, en atención de enfermedades respiratorias, hospitalizaciones y muertes prematuras, entre otras complicaciones de salud como el ausentismo laboral, el país ahorraría unos $640 mil millones anuales.
Este monto equivale al 29% del Plan de Inversión Hospitalaria 2014 – 2018, con el cual, por ejemplo, se podrían construir cuatro hospitales de alta complejidad como el de Chillán, considerado un hito en materia de inversión pública, que beneficiará a unas 330 mil personas. Otros cálculos, en la misma línea, señalan que la leña es 300 veces más cara que el gas natural, sólo por los daños a la salud que causa su utilización.
Efectivamente la leña es un combustible barato de adquirir y es la razón principal por la que las familias optan por este método de calefacción, obviando la variable ambiental y de daño a su propia salud que esa decisión conlleva. Hasta hace poco el gas natural tenía poco que decir respecto de este escenario de precios, sin embargo esta realidad ha cambiado y de manera favorable para nuestra región y el país. El gas natural ya no viene de Argentina, sino que de distintas partes del mundo gracias al terminal de GNL Quintero, lo que ha permitido una disminución en sus precios y asegurar un suministro continuo, instalándose como una alternativa de calefacción accesible y continua para gran parte de las familias.
Nuestra empresa, Gas Sur, que hoy es parte del grupo mundial GNF, Gas Natural Fenosa, ha asumido el desafío planteado por las autoridades de “gasificar el sur de Chile” para así dotar masivamente a esta parte del país de un combustible limpio, moderno, cómodo y a un precio justo, considerando una inversión de US$100 millones en su plan de expansión en la región del Biobío, lo que implica, en cinco años, aumentar el número de sus clientes en más del 60%.
Estamos conscientes del cambio cultural que implica todo el proceso de gasificación. Sin embargo no estamos solos, la autoridad ya ha informado sobre el daño ambiental que provoca el uso de la leña, especialmente la húmeda; sólo falta que los ciudadanos comunes y corrientes consideremos esta variable al momento de elegir el método de calefacción. No nos sigamos equivocando, la leña es más cara que el gas natural.