“La recuperación de la producción gasífera al otro lado de la cordillera abre un auspicioso escenario para Chile, dado que Argentina dispondrá de mucho más gas natural del que puede consumir internamente”.
Argentina ocupa actualmente la segunda posición en el ranking mundial de reservas de gas no convencional, cuya explotación ya es una realidad. De acuerdo con informes elaborados por consultores independientes, para los próximos 10 años se estima que podría casi duplicar su producción actual en Neuquén, llegando a 140 millones de m3/día. En esta zona se encuentra Vaca Muerta, la segunda reserva mundial de shale gas.
La recuperación de la producción gasífera al otro lado de la cordillera abre un auspicioso escenario para Chile, dado que Argentina dispondrá de mucho más gas natural del que puede consumir internamente.
En este contexto son relevantes los esfuerzos que está realizando el gobierno para generar las condiciones que permitan restablecer las confianzas y así construir una sociedad mutuamente beneficiosa en materia energética, aprovechando los excedentes de gas que se producirán en el vecino país, así como la infraestructura ya construida para exportar ese recurso a Chile.
El compromiso del Gobierno del Presidente Piñera en materia energética es “avanzar en las próximas décadas hacia una matriz competitiva, limpia y sustentable”. Este es un desafío que la industria chilena del gas natural comparte plenamente y respecto del cual quiere y puede ser protagonista, impulsando una mayor participación del producto en los distintos mercados (industrias, hogares, comercios, generación de electricidad y transporte).
El sector privado tiene la experiencia, los recursos y la voluntad para llevar los beneficios del gas natural a más chilenos, un energético limpio que en mucho puede aportar a la descontaminación de nuestras ciudades, en la medida que desplace a combustibles contaminantes como el carbón, el diésel, los petróleos pesados y la leña.
La reanudación del intercambio energético entre Chile y Argentina es una noticia positiva y esperamos que se traduzca en más gas trasandino para Chile en el corto plazo, sobre todo para atender las necesidades de aquellas regiones de nuestro país que hoy no cuentan con un suministro suficiente.
A modo de ejemplo, la región del Biobío recibe gas natural desde la planta de regasificación de la estatal Enap ubicada en las cercanías de Chillán -cuya capacidad máxima es de 600 mil m3/día-, combustible que a su vez procede del terminal GNL Quintero, en Valparaíso. La opción de contar con gas natural argentino a través del Gasoducto del Pacífico es la mejor alternativa inmediata y en costos, pues existe infraestructura disponible. Además, permitiría abastecer una demanda mayor en la zona, la que solo en el segmento industrial podría hasta triplicar dicha cifra.
Fuente: Revista Electricidad