(Fuente: El Sur_Concepción). Desde hace mucho tiempo que se viene hablando del gas natural en el Biobío, sobre todo con los altos índices de contaminación que afectan a la zona. En ese contexto, hay conformidad con la integración con Argentina y de los proyectos que vienen en camino, que, entre otras cosas, podrían traducirse en menos costos para las empresas.
Al respecto, la ministra de Energía, Susana Jiménez, comentó a este medio que en lo que respecta a la llegada del energético desde el vecino país, se trata de un muy buen acuerdo para Chile y Argentina. “La existencia de siete gasoductos entre ambos países que fueron construidos en los años 90, hoy están disponibles. Hemos tenido interesados desde Chile tanto a través del gasoducto de la Zona Central, como del Biobío y también en el norte. Esta es una gran oportunidad para volver a integrarnos energéticamente con el país vecino”, apuntó.
Sin restricciones
Agregó que la relevancia de este anuncio radica en que por primera vez, en más de una década, se podrá importar gas desde Argentina sin restricciones u obligaciones de devolución, como ocurría hasta antes de dicha resolución. Estimó que la reanudación de los envíos podría tener un positivo impacto a futuro en el precio del gas que se consume en nuestro país. “Chile importa este combustible desde otros destinos más lejanos. El hecho que volvamos a integrarnos energéticamente con el país vecino, significa acceder a este insumo a precios competitivos, lo que redundaría en beneficios importantes para ambos países”, destacó.
A su vez, Claudio Seebach, presidente ejecutivo de los Generadoras de Chile, añadió que los beneficios que tendría este acuerdo con Argentina tienen que ver con la posibilidad de disponer de una oferta de gas natural (GN) a precios más convenientes y de manera más flexible que la importación de gas natural licuado (GNL) por vía marítima, utilizándose infraestructura de transporte ya instalada y subutilizada desde hace varios años.
Dijo que el GN es un energético que puede contribuir a la descontaminación de las ciudades del sur en reemplazo de la quema de leña y otros combustibles más contaminantes en hogares e industria, y en el caso de la generación eléctrica puede contribuir a la mayor flexibilidad de la matriz de generación para complementar las Energías Renovables Variables (ERV) como la energía solar fotovoltaica y la energía eólica.
“Contar con una diversidad de fuentes de provisión de gas natural puede contribuir a la flexibilidad y seguridad de su suministro. La llegada de GN a través del Gasoducto del Pacífico, que conecta la zona transandina de Neuquén con la Región del Biobío, permitiría disponer de un energético a un precio eventualmente más conveniente que el del GNL importado. Esto sin duda es un desafío importante para los dos proyectos de terminales de GNL en la Región, los que tendrán que dilucidar la conveniencia de concretarse y/o la manera de operar de manera complementaria con el gasoducto, esto en el supuesto que la demanda total por GN en la Región no sería suficiente para justificar la operación al mismo tiempo de un gasoducto y dos terminales de GNL”, sostuvo.
En tanto, Francisco Ibieta, gerente de Asuntos Públicos del proyecto GNL Talcahuano, iniciativa que debería partir sus obras durante el primer semestre del próximo año, comentó que el gas es una necesidad en la Región. “Hoy día la industria están necesitando costos de energía más baratos y eso actualmente no lo tienen. Si a eso se suma al necesario plan de descontaminación que va a entrar en vigencia en el mediano plazo, el gas natural se vuelve una opción más que necesaria”, remarcó.
El ejecutivo hizo ver que actualmente el beneficio para las compañías es que gastarán menos dinero en sus procesos productivos, lo cual les permite que al ahorrar recursos les generará más rentabilidad para proyectos que quizás hoy tienen guardados por el valor de la energía. “por ende, se podría generar un círculo virtuoso”, apuntó.