A partir de ahora, cualquier automóvil particular podrá convertirse de gasolina a gas en Chile. Opción que antes solo estaba autorizada para taxis y vehículos comerciales livianos y medianos.
Publicado hace unos días en el Diario Oficial, la entrada en vigencia de este nuevo decreto de ley permite a vehículos particulares pasar de gasolina a gas, pudiendo optar entre Gas Natural Comprimido (GNC) o Gas Licuado de Petróleo (GLP).
“Como Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) trabajamos en modificar estas normativas que entregan mayores beneficios a las personas y que contribuyen con el medioambiente (…). A contar de ahora, los vehículos particulares también podrán optar por la conversión para así sustituir la gasolina por gas, lo que les puede permitir un ahorro en el valor del combustible en torno a un 35%”, precisó el subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez.
Según establece el MTT, se podrán convertir aquellos autos particulares que no superen los cinco años de antigüedad, es decir, desde 2015 en adelante. Asimismo, la conversión deberá hacerse en alguna de las 41 empresas acreditadas por el Centro de Control y Certificación Vehicular (3CV) que operan en el país.
“Actualmente, el costo de los kits de conversión es de aproximadamente US$1.600 ($1,3 millones). Este sistema de conversión de 5a generación es similar al de inyección secuencial de gasolina, en el que el regulador entrega gas a alta presión y lo inyecta a cada cilindro en forma secuencial. El funcionamiento es controlado por la computadora del vehículo que genera las señales de inyección y por otra propia del equipo de gas que las interpreta para comandar la inyección”, detalla Sebastián Bernstein, gerente comercial de Metrogas, agregando que “a quienes más les conviene pasar de gasolina a gas es a aquellos usuarios de alto recorrido con desplazamientos anuales cercanos a los 30.000 km”.
Una vez realizada la conversión, el dueño recibe un certificado de adaptación para presentar en la Planta de Revisión Técnica autorizada para inspeccionar automóviles que utilizan gas como combustible (plantas de clase A y AB). Allí se verificará el cumplimiento de la normativa y se le entregará un nuevo Certificado de Revisión Técnica o de Homologación Individual, el que se debe renovar cada seis meses.
Fuente: La Tercera – Motores