“El rol del gas natural en la transición energética: Chile 2020-2050” es el nombre del estudio que fue presentado ayer en un webinar organizado por la Asociación de Gas Natural (AGN) y la Cámara de la Producción y del Comercio (CPC) Biobío, evento que contó además con la participación del ministro de Energía, Juan Carlos Jobet.
La investigación presentada por los economistas Klaus Schmidt-Hebbel, Felipe Givovich y Jorge Quiroz entregó conclusiones en torno a medidas que van en línea con el proceso de descarbonización que enfrenta el país. Según el informe, “Chile puede lograr significativos avances en la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, adicionales a las ya logradas, con mínimo o incluso sin costo fiscal, aún antes que la tecnología de almacenamiento de energía alcance costos competitivos. La clave radica en el rol que el gas natural puede jugar en este proceso”.
En esto coincide el ministro, quien señaló que el gas tiene que jugar un rol cada día más importante en el sector industrial y también en el residencial. “Hay dos millones de familias, entre las regiones de O’Higgins y Aysén, que viven en ciudades que tienen niveles de contaminación por MP 2,5 muy por sobre la norma y eso tiene efectos muy negativos en la salud. Entonces, el gas es una gran alternativa para poder reemplazar la leña”, enfatizó.
Por su parte, Schmidt-Hebbel comentó que en los próximos 10 o 20 años Chile tiene la oportunidad de reducir sustancialmente sus emisiones a partir del reemplazo de combustibles altamente contaminantes. “Nuestro estudio muestra que el impacto que esta sustitución puede tener en el cumplimiento de las metas de emisiones de CO2 puede ser muy relevante, representando hasta un 73% de las reducciones comprometidas a 2030”, comentó.
La apuesta para incrementar el uso de este elemento en el período de transición energética se funda principalmente en que el gas natural emite un 50% menos de CO2 en la generación de electricidad en relación al carbón, en que ya existe una infraestructura desplegada a nivel nacional que permitiría el aumento de su utilización y en la competitividad observada de acuerdo a los precios internacionales.
PROPUESTAS
Los expertos propusieron además una serie de medidas. La primera de ellas tiene que ver con extender la normativa de emisiones de SO2 de la Región Metropolitana a todo el país, a fin de reducir en un 60% sus emisiones y en un 23% las emisiones de CO2 de las calderas y hornos industriales.
Asimismo, propusieron el reemplazo de carbón por gas natural en base a la capacidad de generación que se encuentra conectada al sistema, lo que permitiría reducir en un 50% las emisiones de CO2 por cada MWh de energía producida.
“El cómo podemos contribuir conjuntamente al proceso de descontaminación de nuestras ciudades es un desafío que no se resuelve de un día a otro, pues requiere de procesos, de inversiones y voluntades, dijo Ricardo Gouët, presidente de la CPC Biobío.
