¿Cuál es su visión sobre el rol del gas natural en la transición energética?
Chile ha avanzado con rapidez en el proceso de transformación de su matriz eléctrica, con resultados exitosos en inserción de energía renovable variable (ERV) y un programa ambicioso en el retiro de generación a carbón.
Sin embargo, para continuar avanzando en este proceso, se requiere sincerar cuáles son los recursos e infraestructura habilitante para las próximas etapas de nuestra transición. En mi opinión, el principal soporte será el Gas Natural. Se debe garantizar y maximizar el uso de este insumo en la infraestructura existente, y en consideración de lo ocurrido con el suministro de diésel durante el año 2021, también impulsar la migración de la generación diésel hacia el Gas Natural.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales desafíos hacia la descarbonización a nivel global y específicamente en Chile?
A nivel global, cuando se examinan las diversas experiencias internacionales, el principal desafío pasa por encontrar el justo balance entre ambición y realismo. Las noticias que se han conocido durante los últimos años en mercados como California y Texas, o en países como Suecia y Alemania, son fuente de lecciones y aprendizajes que no se deben omitir.
El desafío anterior es completamente aplicable al caso de Chile, pero en términos específicos, para avanzar en la descarbonización de la matriz eléctrica se requiere: primero un diseño de mercado eléctrico que reconozca las características de una matriz intensiva en ERV; luego, el desarrollo de infraestructura y digitalización de la red eléctrica; Y, por último, la electrificación del transporte, así como de diversos procesos industriales y usos residenciales.
¿Cuáles son, a su juicio, las oportunidades y amenazas que enfrenta nuestro país frente a las ambiciosas metas de descarbonización y a los problemas de contaminación local que enfrentan varias ciudades del país?
La oportunidad que tenemos por delante es la de retirar la generación a carbón y reducir más del 26% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero totales concentrada en algunas pocas localidades del país. Pero esta oportunidad sólo la podremos aprovechar en tanto seamos capaces de generar condiciones habilitantes para que este proceso ocurra en los plazos -lo más breves posibles- que sean técnica y económicamente factibles.
Dada la ausencia de interconexión eléctrica con países vecinos, sumado a su condición de importador de energía neto con generación hídrica disminuida desde hace más de una década producto del cambio climático, Chile debe apoyar su transición energética en el uso intensivo de Gas Natural para la generación eléctrica existente, pues de otro modo el proceso de descarbonización corre el riesgo de ralentizarse o dilatarse.
Daniel Salazar
Socio Director energiE