La mayor disponibilidad del suministro argentino y la falta de líneas de transmisión permitieron que dejara atrás el aporte que realizan las plantas fotovoltaicas y el carbón.
Un nuevo año bajo exigencia es el que está enfrentando el Sistema Eléctrico Nacional, en el que uno de los fenómenos que se vienen viendo es el importante crecimiento del consumo de gas natural para la generación eléctrica, incluso por encima de fuentes renovables y el carbón.
Así por ejemplo, según los datos del Coordinador Eléctrico Nacional, al lunes 20 de marzo de este año, en el sistema se habían generado 18,25 TWh, donde lideró el gas natural, aportando 4,28 TWh, es decir, un 23% del total, dejando atrás a la generación solar (4,17 TWh), hidráulica (3,83 TWh) y el carbón (2,96 TWh). Además, el gas es el energético que presenta el mayor crecimiento en el mismo período, con un 26,8% de aumento respecto a 2022.
Las razones que lo explican están asociadas a una mayor disponibilidad del hidrocarburo que llega a Chile por dos vías: a través de los gasoductos con Argentina y por los terminales de GNL en Quintero y Mejillones.
Desde el Coordinador Eléctrico Nacional, detallaron que era esperable esta situación, debido al aumento de la disponibilidad de este recurso y, además, por el menor costo variable con respecto al carbón, producto de circunstancias geopolíticas que han elevado el precio internacional de este último combustible.
“Este desplazamiento de la generación basada en gas natural, por sobre las unidades vapor-carbón, exhibe como externalidad positiva una mejora en las tasas de toma de carga con las que se debe contar para hacer frente a las crecientes variaciones netas de la demanda, producto de la variabilidad de las fuentes renovables, particularmente durante la salida y puesta del sol, donde se han visto rampas del orden de 4.500 MW en tres horas. Además, implica menores emisiones en el Sistema Eléctrico Nacional. En todo caso, es importante destacar que considerando la mayor disponibilidad de recurso solar durante los meses de enero y febrero, el aporte de esta tecnología superó a la generación con gas natural en dichos meses”, comentaron desde el operador del sistema.
Respecto a lo que se viene, desde la AGN plantean que las cifras deberían empezar a descender a fines de marzo o abril. “Ese suministro estival se complementa de forma muy conveniente para Chile con el gas natural que recibimos en los terminales de Quintero y Mejillones. Toda esta infraestructura está demostrando su enorme valor”, añade Cortés.
El gerente general de la consultora Valgesta, Ramón Galaz, detalla que el principal beneficio del suministro trasandino es el precio, y que ha ido aumentando el remanente que Argentina puede exportar. “Las renovables necesitan complemento que le dé seguridad al sistema, que es lo que ofrece el gas natural. Cada vez que la oferta renovable cae por condición natural, tiene que haber un respaldo, y hoy el mejor elemento es el gas, a futuro se irá sumando el almacenamiento. Por lo que nuestras proyecciones indican que el gas natural va a seguir teniendo una participación importante y creciente en el tiempo en la medida en que vayan saliendo las plantas a carbón, entrando más renovables”, dice Galaz.
Sin embargo, para el socio director de Aclai, Claudio Espinoza, otro factor relevante tiene que ver con la falta de transmisión, que no permite utilizar por completo la generación solar del norte del país. “La demora en transmisión se explica por la tardanza de los proyectos, en discutir qué tipo de obra queremos, que tarda al menos dos años, entre la tramitación del Coordinador y de la CNE; luego va la licitación y la construcción y los proyectos pueden demorar cinco años, mientras que una planta solar puede estar en tres años”, lamenta el experto.
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