El vicepresidente de IGU resaltó la necesidad de una visión más local de este proceso, que considere tanto la seguridad energética de la población de América Latina como las condiciones económicas y sociales de la región.
En el marco de las conclusiones del white paper “El gas natural en la transición a economías bajas en emisión de carbono – El caso de América Latina y el Caribe”, el vicepresidente de la International Gas Union (IGU), Andrea Stegher, fue invitado al programa Conexión América de DF Sud, el medio de comunicación especializado en negocios en Sudamérica del Diario Financiero.
El experto en materia energética destacó que uno de los principales puntos del texto -elaborado por IGU en conjunto con ARPEL y OLADE- es la posibilidad que tiene la industria del gas natural de promover el desarrollo económico de nuestra región: “Cuando hablamos de transición energética, los europeos están convencidos de que hay una sola transición, pero hay muchas transiciones”.
En ese contexto, Stegher -con más de 25 años de experiencia en la industria- relevó la importancia de que este proceso de transición sea responsable con mantener las condiciones de vida de la población en temas de energía.
“No hay transición energética sin seguridad energética”, agregó. “Y seguridad energética quiere también decir resolver la pobreza energética y la desigualdad en América Latina”.
Uno de los puntos principales de este documento es la contribución del gas natural a la situación social y económica latinoamericana, especialmente en la descarbonización de sectores como el transporte y la industria. Esto, en un panorama en que más del 30% de los habitantes de la región viven en condición de pobreza.
“Hay un tema de pragmatismo de cara a la transición y tener muchas opciones para abordarla. En ese sentido el gas natural y los nuevos gases verdes [como el biogás, el biometano y el hidrógeno verde] tienen mucho que contribuir y son parte de la solución”, siguió Andrea Stegher. “Especialmente en el contexto de América Latina, donde hay la posibilidad de desarrollar un mercado regional”.
Regulaciones que olvidan la realidad de América Latina
En esta conversación con DF Sud, el vicepresidente de la IGU, se refirió a la tendencia de algunos sectores de intentar minimizar el impacto que tendría la reducción del gas natural en la producción de energía a nivel mundial.
Todo, mientras el consumo de carbón sigue al alza, ya que en 2022 se superó el récord de uso de este recurso a nivel mundial, pasando por primera vez los 8 mil millones de toneladas en un solo año.
“La transición energética global no está marchando en la trayectoria correcta para reducir emisiones”, dijo Andrea Stegher. “Tenemos que combinar una visión con una medida pragmática, porque no es solo con visiones a largo plazo que vamos a resolver esto. El año pasado, Alemania tuvo que utilizar más carbón para producir electricidad”.
“No obstante toda la regulación que hemos puesto en marcha en esta parte del mundo, no tenemos que olvidar que hay diferentes partes que tienen su propio recurso. Y por supuesto que hay mucha población que tiene que tener más energía. Olvidamos desde Bruselas o Milán que hay personas que deben tener la oportunidad de tener un mejor nivel de vida”, sentenció.
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