El estudio elaborado por el ISCI y SPEC analizó diferentes expansiones óptimas de la matriz eléctrica chilena -que determina las mejores inversiones para el sistema eléctrico desde una perspectiva económica, de seguridad de suministro y de emisiones de GEI- cuantificando los niveles de uso del gas natural a futuro en el periodo 2024-2040.
El Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y la consultora SPEC, generaron el primer estudio que cuantifica el costo del retiro de las centrales generadoras en base a gas -y todo el parque fósil- al año 2035, en el informe “Análisis Cuantitativo del Rol del Gas en la Transición Eléctrica de Chile”, por encargo de la Asociación de Empresas de Gas Natural (AGN) y que fue presentado por sus autores: Rodrigo Moreno (ISCI), Carlos Suazo (SPEC) y Eduardo Pereira (SPEC), en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, donde el ministro de Energía, Diego Pardow, estuvo a cargo de la apertura.
“Este tipo de eventos son muy bienvenidos a la hora de construir el consenso que necesitamos para determinar los pasos a seguir en materia de transición energética”, comentó el ministro de Energía para dar inicio a la presentación del estudio, señalando que gracias a este tipo de eventos el 2024 será un año de decisiones frente a materias de índole energético.
El informe, que tuvo como objetivo analizar el futuro del mercado eléctrico chileno en diferentes escenarios, para identificar y cuantificar el papel de la generación eléctrica a base de gas natural en el proceso de transición eléctrica del país, fue analizado en un panel moderado por la profesora e investigadora del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile, Ximena Insunza, e integrado por destacados actores del mundo energético tales como Carlos Cortés presidente ejecutivo de la Asociación Gas Natural; Sara Larraín, directora de Chile Sustentable; Alex Santander jefe de la División Políticas y Estudios Energéticos Ambientales del Ministerio de Energía; Francisco Muñoz, director de Estudios de Generadoras de Chile; y Jorge Moreno, socio de Inodú.
Carlos Cortés, presidente ejecutivo de AGN, destacó la importancia estratégica de estos hallazgos, señalando que el estudio es el primer análisis cuantitativo que evalúa los costos de prescindir del gas natural al año 2035 afirmando que: “Hacer ese tremendo esfuerzo para evitar las comparativamente bajas emisiones asociadas a la generación con Gas Natural, sería extremadamente oneroso y muy ineficiente, con un costo de abatimiento entre 10 y 15 veces superior al de abatir emisiones asociadas al carbón o el diésel. Además, implicaría un alza en a las cuentas a los usuarios finales que podría llegar a un 10% de las tarifas”.
El trabajo presentado analiza un escenario base en donde el gas natural seguirá jugando un rol importante, pero como acompañamiento a la cada vez mayor presencia de energía renovable y almacenamiento. Adicionalmente se realizaron tres sensibilidades. En primer lugar, se evalúa cómo los costos de capital de diferentes tecnologías afectan la rapidez del despliegue del desarrollo renovable más almacenamiento. Luego, se considera la utilización del gas natural como una medida para mitigar los efectos negativos asociados con la aceleración en la retirada del carbón y los retrasos en las obras de transmisión eléctrica y finalmente, se determina la magnitud de la infraestructura adicional necesaria para retirar no sólo las centrales de carbón, sino también las centrales a gas y diésel, en el período comprendido entre 2031 y 2035. Además, se analiza la situación del sistema eléctrico para el año 2036, en un contexto donde no se utilicen fuentes de generación térmica.
Entre las principales conclusiones del estudio, explicó Rodrigo Moreno, está el costo de forzar la salida del gas natural a 2035, constatando que implicaría “un aumento de las inversiones del orden de USD 26 mil millones en tecnologías renovables variables, firmes y almacenamiento en el periodo 2030-2035”, un monto equivalente al 8% del PIB; la “disminución de las emisiones del orden de 4-5 millones de ton y de los costos de operación del sistema en torno a los USD 750 millones por año, lo que representa, en conjunto con el aumento de los costos de inversión, un costo de abatimiento de 380 USD/ton” y un “aumento del costo total del sistema (tarifa) entre 2-10%, dependiendo de los niveles de respuesta de la demanda que permiten desplazar parte de las nuevas inversiones en generación”.
El estudio realizado por encargo de AGN enfatiza la importancia del gas natural para habilitar un proceso de transición y transformación de la matriz eléctrica más equilibrado en los aspectos de seguridad, costos e impacto ambiental al retirar el parque a carbón durante los primeros años de la próxima década, más un desarrollo intensivo en capacidad de generación renovable variable y sistemas de almacenamiento, consistente con las proyecciones que realiza la autoridad en la Planificación Energética de Largo Plazo.
Revise el estudio a continuación: “Análisis Cuantitativo del Rol del Gas en la Transición Eléctrica de Chile”