(El Mercurio). Una decidida apuesta por el gas es la que está realizando la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, dejando atrás los vehículos a diésel. Así lo reveló el subdirector de esa firma, Gonzalo Fernández, quién visitó Chile para participar de un seminario organizado por Fundación Gas Natural Fenosa y la Asociación de Empresas de Gas Natural (AGN). Martínez explicó que en la capital española se trazaron como objetivo que el 100% de los buses que circulan por la ciudad, unos 2.000, use como combustible gas natural comprimido, tecnología que actualmente copa el 60% del parque de buses.
“Nosotros llevamos 20 años con una tecnología y nos sale rentable. En cambio, el bus eléctrico para nosotros no es una opción. Es una opción piloto, no una opción como empresa”, dijo Martínez, quien destacó los tiempos de autonomía que alcanzan los buses a gas, por sobre las 18 horas.
Con todo, la firma apunta a invertir del orden de los 90 millones de euros al año, presupuesto destinado a renovar la flota con unos 15 buses eléctricos y 245 a gas hasta completar el objetivo.
El ejecutivo indicó que el impuesto específico que tiene este tipo de carburante en Chile le hace perder competitividad en comparación al diésel, por ejemplo. “Esto no tiene sentido, evidentemente si penalizas más un combustible que otro, lo tendrá más difícil. El coste más importante es el recurso humano y el combustible, y si este se penaliza, quizás sea más correcta la electromovilidad”, señaló.